El primer encuentro entre el hombre blanco y los pueblos originarios se produjo en el año 1520, cuando Fernando de Magallanes, descubridor del estrecho que lleva su nombre, divisó a unos fuertes y altos indígenas, los bautizó como Patagones, por sus grandes pisadas, dando origen así al nombre Patagonia.

Este pueblo eran los Aonikenk, cuya estatura promedio era de 1,80 m. Conocidos por su gran estatura, estos habitantes fueron cazadores nómades, que ingresaron cuando los hielos de la última glaciación se estaban retirando. Ocupaban las estepas desde el río Santa Cruz en Argentina, al Norte, hasta el estrecho de Magallanes, al Sur.

Con la presencia de extranjeros europeos, el proceso de colonización y la creación de estancias, los colonos y los Aonikenk comenzaron a utilizar las mismas tierras, lo que llevó a este pueblo originario a migrar a tierras más apartadas.

Entre los años 1832 y 1834, Charles Darwin llegó a la Patagonia a bordo de la embarcación Beagle, donde recorrió el litoral de la Patagonia, las estepas, montes y diversas montañas. En esta expedición recolectó material suficiente para generar su Teoría de la Evolución y diversos aportes a la paleontología, antropología, geología y zoología.

La Patagonia chilena, se extiende desde el Golfo de Corcovado hasta el Cabo de Hornos. En él se ubica una estrecha llanura costera; intensamente afectado por la tectónica hundida; y cordilleras patagónicas continentales con ríos y lagos, ventisqueros patagónicos del Pacífico; cordilleras insulares patagónicas en archipiélagos, islas e islotes, todos ellos bañados en sus costas por el Océano Pacífico.

Los archipiélagos, islas e islotes capacitan a dos sistemas de canales navegables para todo tipo de embarcaciones: los canales patagónicos, entre el archipiélago de Guayaneco y los islotes Fairway; y los canales fueguinos al sur del Estrecho de Magallanes y al Cabo de Hornos.

La Región de Magallanes y Antártica Chilena es la más extensa del país. El 52% corresponde a Áreas Silvestres Protegidas, entre las que destacan el Parque Nacional Torres del Paine, el Parque Nacional Bernardo O´Higgins y el Parque Nacional Cabo de Hornos.

¿Quieres conocer el fin del mundo? Visita la puerta de entrada al continente blanco y disfruta de la gran diversidad geográfica que ofrece este territorio, paraíso para los amantes del turismo navegable que acá pueden explorar fiordos, golfos y canales.

Otras de las actividades que se pueden practicar en el destino es la pesca con mosca, observación de aves, fotografía y turismo de aventura en sus distintas provincias. En este contexto, los diversos atractivos de Magallanes están vinculados fuertemente a la naturaleza y la oferta de productos que tienen que ver con el turismo de intereses especiales y aventura, todo complementado por un importante patrimonio histórico-cultural ligado a pueblos originarios, pioneros, navegantes y aventureros, y a una cultura de fascinante entorno rural y vida de estancias.

Compuesta por cuatro provincias: Magallanes, Última Esperanza, Tierra del Fuego y Antártica, en conjunto crean el territorio chileno continental y territorio Antártico, sorprendiendo a sus visitantes con importantes variaciones climáticas, que hacen que en un mismo día podamos tener lluvia, sol, frío, calor o ráfagas de viento de hasta 100 km/hr. logrando tener marcadas estaciones del año, lo que regala paisajes totalmente distintos con maravillosos colores, luces y sensaciones, todo el año.

Gastronomia

La región más austral de Chile tiene una gran oferta para disfrutar de una ruta gastronómica inolvidable con comida del mejor nivel y buenas bebidas, para todos los gustos, estilos y bolsillos. Desde cocina típica patagónica hasta preparaciones sofisticadas, la Patagonia chilena te permitirá tener una experiencia culinaria que difícilmente olvidarás.

En Tierra del Fuego, el plato típico es el asado de cordero al estilo patagónico que puedes encontrar en restaurantes y especialmente en las estancias patagónicas y, por supuesto, la Centolla.

En Puerto Williams, en la isla de Navarino, un imperdible es sin duda un gran plato de centolla fresca, muy fácil de encontrar ya que en su costa es donde generalmente se captura, también recomendamos el pescado blanco fresco como la merluza austral y el congrio.

En medio de los maravillosos e inolvidables paisajes podrás vivir un viaje único y aventurero, embárcate en una experiencia antártica. Navega por los fiordos y canales para llegar hasta el Cabo de Hornos, el punto más austral del continente, o sigue más allá hasta llegar a la Antártica, un tesoro científico y ecológico que no puedes dejar de visitar.

 
Cabo de Hornos

El Cabo de Hornos es el extremo de la isla del mismo nombre que forma parte del grupo de las islas Wollaston en la zona austral de Chile. Es el que se proyecta más al sur de los tres grandes cabos del hemisferio meridional del planeta. Constituye el sector norte del Paso Drake que separa el continente americano de la Antártica y que, a su vez, une los océanos Pacífico y Atlántico. Es considerado legendariamente como el “Fin del Mundo”.

Desde ese promontorio Chile ejerce el control del tráfico marítimo subantártico con una Alcaldía de Mar, operada por un servidor naval y su familia; administrativamente esos territorios y mares pertenecen a la comuna de Cabo de Hornos, cuya capital Puerto Williams está asentada en la Isla Navarino frente al canal Beagle. Esta localidad es también cabeza de la provincia Antártica Chilena, que integra la Región de Magallanes y Antártica Chilena.

Durante siglos la circunnavegación del Cabo de Hornos fue un enorme desafío para los marinos a bordo de los antiguos veleros que efectuaban el comercio marítimo, por el peligro de sus huracanados vientos y tempestuosas aguas, convirtiéndolo en uno de los pasos marítimos más peligrosos del mundo.

Así como el mayor desafío para un andinista es alcanzar la cumbre del monte Everest en los Himalaya, para los marinos sigue siendo circunnavegar a la vela el Cabo de Hornos, como un reto para las tripulaciones que deben enfrentar sus extremas y adversas condiciones climáticas. Testigos de ello han sido los experimentados navegantes de las regatas más importantes del mundo: Vendee Globe, Volvo Ocean Race, Barcelona World Race, Trofeo Julio Verne y por su puesto el evento náutico chileno Desafío Cabo de Hornos Chile.

 
Club escuela deportes náuticos CEDENA Puerto Williams.

El haber llevado adelante el proyecto “Club Escuela Deportes Náuticos CEDENA”, de Puerto Williams nos ha permitido insertarnos exitosamente en la comunidad y especialmente en las familias, ayudando en la formación de jóvenes que contribuyan al desarrollo local o nacional con principios y valores, mostrando también otra alternativa de vida, dejando una huella indeleble, enseñándoles a soñar y que los imposibles no existen para alcanzar los sueños.

CEDENA, es una fundación “sin fines de lucro “, que tiene como misión colaborar en la formación de niños y jóvenes a través del deporte náutico, hoy CEDENA es la escuela náutica más austral del mundo y la más cercana al mítico Cabo de Hornos. Nació el año 2014, y por la misma ya han pasado más de setecientas niñas y niños entre los 7 a 17 años de edad.

Para nosotros la navegación a vela y los deportes náuticos en general, son una manifestación de virtudes cuando se practican en equipo, pues los niños fortalecen ciertos valores, principios y talentos que son fundamentales en su formación.

Nuestros objetivos, claramente, están enfocados en ayudar al desarrollo de una nación próspera y para esto sabemos que necesitamos jóvenes con el corazón bien puesto, con ganas de conquistar, capaces de trabajar en equipo, de desarrollar sus propios talentos, de disfrutar su libertad con responsabilidad y, además, estar comprometidos con su región y su país.